hablaste de mi infancia
evocando un cielo celeste y un árbol
cuando el sol naranja como un tigre
te perseguía el pelo
Buenos Aires estaba linda
como siempre
cansada, capaz. pero aún así
no dejaba de mirarte.
con las manos llenas de libros vanos
sonreíste con la dulce negrura de tus ojos
fue ahí donde yo dormí
y me sentí invadido por completo
evocando un cielo celeste y un árbol
cuando el sol naranja como un tigre
te perseguía el pelo
Buenos Aires estaba linda
como siempre
cansada, capaz. pero aún así
no dejaba de mirarte.
con las manos llenas de libros vanos
sonreíste con la dulce negrura de tus ojos
fue ahí donde yo dormí
y me sentí invadido por completo
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